jueves, 18 de agosto de 2016

Nuestro pequeño CSI Mérida.

Como están chamacones, les traigo chisme caliente, no se los había contado porque andaba muy nervioso y el Flako no nos deja ni a sol ni sombra porque ahora sí sintió pasos en la azotea el culey. 

Resulta que el martes por la tarde, llega el malix como siempre a la casa después de su turno laboral, como a eso de las 3:30; nosotros escuchamos que pare al auto y lo saludamos como es costumbre y hasta ese momento todo ok. Entra a la casa, prende la tele se prepara para salir a saludarnos al patio, en eso se percata que las cortinas del cuarto de adelante que es su oficina, las que dan al pasillo, estaban cerradas; esas cortinas no se cierran nunca ya que le gusta que entre la luz del sol; se le hace raro y se dispone a volverlas a abrir y se da cuenta que la ventana no tenía 4 cristales y por ningún lado había vidrios rotos ni nada, y en eso se fija que los barrotes del protector están forzados y el miriñaque cortado; y que entra en pánico tu tio, aprieta el asterisco y sale de la casa para pedir ayuda al vecino de enfrente, que casi no es chismoso y le encanta el argüende.

Hanna, Burno y yo la verdad no escuchamos nada ni mucho menos vimos nada raro, ruidos normales que a veces hacen los malditos gatos ninja, que por cierto ya cambiaron de cuartel desde que hice públca sus intenciones.


Pues total que el vecino se ofrece a acompañar al malix este por aquello de que no vaya a estar alguien más dentro de la casa (además de enterarse de todos los detalles, claro); y lo primero que hacen es mirar por el pasillo, y cual es el asombro que debajo de la ventana estaban apilados los 4 cristales que le quitaron, un gato hidráulico con el que forzaron los barrotes, una bolsa de Avengers (hasta eso nacos los pinches ladrones) y un desarmador, inmediatamente llaman al 066 y que mandan 2 patrullas, ya saben, pinches gorditos curiosos para nada sirvieron, pero bueno. Y el vecino y el Flako desiden pasar al patio para ver si estábamos bien o si estaba guardado el ladrón ahí, y pues nada, ni un indicio.

Total que los policias CSI de la Mulsay se suben a los techos a revisar los patios y nada, comienzan a hacer preguntas a los vecinos y nada; y pues no faltaba nada en la casa así que no había ningún delito ni mucho menos culpables. Y ya, pues se van todos muy bonitos y listo. Como a la hora de los hechos, se percata el Flako que su mísera alcancía donde guardaba mis ahorros ESTABA VACÍA! se llevaron mi patrimonio los infelices. Fué en ese momento que se le aflojó el mastique al malix este porque se percató entonces, que siempre sí lograron entrar a la casa, y que se pone como loco buscando hasta debajo de la cama con una escoba en la mano, el muy ridículo, no sé que pensaba hacer con una mugre escoba. Se da a la tarea de revisar la casa entera y pues hace inventario y todo (porque todo está inventariado, dejemne decirles, yo creo que hasta planos arquitectónicos tiene de dónde va cada cosa); y pues llega a la conclusión de que no falta nada más, se tranquiliza, se da un baño y listo.

En la noche le da hambre y se dispone a prepararse una burrita; el pobre estaba alucinado porque la noche anterior había hecho el súper y compró de oferta jamón de pierna y queso machego, ya saben, el jura que hizo el negocio de su vida. Y en eso WTF! no había ni jamón ni queso, y empieza de nuevo el desmadre, a revisar cajoneras,, el micro, el congelador, la estufa; porque como ya le empezó eso del Alzheimer, capaz y que lo puso en otro lado, y que no aparece el bendito jamón...encuentra en la papelera del baño las bolsas del jamón y el queso, no sabía si reir o llorar; el pinche ladrón se embutió medio kilo de jamón y medio kilo de queso, al mismo tiempo que se hechaba una cagadita para hacer espacio y cupiera todo el kilo entero. Que alguien me explique, ¿qué clase de ladrón entra a una casa, se roba unas monedas, almuerza, se hecha su despanzurrada y se va? y hasta más caro le salió con las herramientas que dejó en la casa. De verdad que hasta ahora no lo entendemos, ya sesionamos para tratar de desifrar lo ocurrido pero no encontramos explicación.

Y pues ayer desde temprano vinieron a cambiar protectores, pusieron una malla como de puas pero que parecen arpones, Jesucristo, parecía la Peni; ahora la casa tiene de apodo "El Cerecito". De verdad que ya estamos como la vieja del comercial: "Señora, que le robaron? - Mi tranquilidad, joven". Resulta que ahora los presos somos nosotros y no los ladrones.




Gracias Dios bendito que no nos hicieron nada a nosotros, hemos sabido que envenenan a los perros para que no hagan ruido mientras roban; y pues aquí estoy pasando el reporte. De solo pensar que pude ser victima de trata de blancas, imagínense, yo tratado como objeto sexual para vender a mis hijos, cuzandome con cuanta perra se les ocurra, no sabemos qué enfermedades puedan tener, Dios mio. Y Hanna, usada como máquina de perritos, qué horror!

Amigos, cuiden sus casa, más vale exagerar con la seguridad que lamentarlo después, Sobre todo protejan a sus perrhijos, una vida no se recupera con nada.